04/05/2023

Gestión discrecional de carteras: todas las claves

La gestión discrecional de carteras es un instrumento para inversores y éstas son sus principales características.

A través del servicio de gestión discrecional de carteras, el cliente suscribe un contrato de gestión por el cual delega la adopción de decisiones de inversión y la ejecución de las operaciones por su cuenta a la entidad.

Por lo tanto, a diferencia de las carteras asesoradas, en las que el cliente interviene en el día a día de sus inversiones de la mano de un asesor financiero, la gestión discrecional apuesta por que los clientes deleguen en un equipo de expertos del banco las decisiones de comprar y vender activos financieros. Por lo tanto, está depositando un grado mayor de confianza que el que caracteriza a las restantes transacciones.

Por eso, es necesario que el inversor se sienta seguro de que su entidad comprende sus necesidades y circunstancias concretas para poder comprar o vender, el producto o los productos adecuados para él. Y esto implica que, al igual que en el asesoramiento, la entidad se debe asegurar de que el servicio de inversión que le va a prestar es el adecuado a los conocimientos, experiencia, objetivos y situación financiera del inversor. Deberá realizar por lo tanto el test de idoneidad.

Los gestores, por su parte, serán un equipo de expertos que asesora, analiza y administra la cartera teniendo en consideración todos los rasgos y objetivos de inversión, también evalúan las necesidades de liquidez del inversor a corto plazo y sus expectativas de rentabilidad.

Los gestores, que suelen contar con una larga experiencia y conocimientos especializados, analizan, la información de alto valor que les llega todo el tiempo desde los principales mercados del mundo recibe los informes del equipo de estudios de su entidad y toman como referencia el marco que elabora un equipo o responsable de inversiones global que define la estrategia con una visión macroeconómica amplísima y detallada. Gracias a eso, las personas que contratan la gestión discrecional de carteras pueden acceder a sectores, mercados y activos (como los bonos high yield de algunas empresas) difíciles de encontrar para el inversor común o para los que, como sucede con los mercados asiáticos, el acceso es muy costoso cuando tratan de invertir individualmente.

Las decisiones de inversión y desinversión del gestor también suelen ser más ágiles en la gestión discrecional, un factor a tener muy en cuenta en unos mercados que se mueven a velocidad de vértigo. Y el motivo es que las toma directamente (no necesitan por lo tanto la autorización del cliente por cada operación, dado que el cliente ha delegado la gestión). Los gestores recaban información continuamente de los principales centros financieros del mundo sobre riesgos emergentes y nuevas oportunidades de inversión y diversificación para sus clientes.

Por último, la regulación exige que la entidad con la que el cliente tiene suscrito el contrato de gestión de carteras remita al cliente información periódica sobre la composición y valoración de sus inversiones, los rendimientos y su comparación con el indicador de referencia. En todo caso, debe informarle mensualmente cuando la cartera gestionada presente pérdidas a final del mes con respecto al fin del mes anterior y cuando la naturaleza de las operaciones o el riesgo inherente a las mismas exigieran, por razones de prudencia, una mayor información al cliente.

No hay que olvidar que el servicio de gestión discrecional de carteras conlleva una comisión propia. Además, la entidad financiera le repercutirá otras comisiones y gastos asociados con las operaciones que haya realizado sobre su cartera.

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