08 de junio de 2023 // ESG

Suelten amarras: ha llegado la hora de la nueva Economía Azul

No se puede esperar ni un minuto más en la reconversión de todas las industrias oceánicas.

Las ventajas de esta transformación son casi evidentes. Una Economía Azul Sostenible proporcionaría beneficios sociales y económicos para las generaciones actuales y futuras… y regeneraría, protegería y mantendría ecosistemas diversos, productivos y resilientes. Y todo ello lo conseguiría a través de tecnologías limpias, energías renovables y flujos circulares de materiales, como advierte el nuevo informe CIO de Deutsche Bank, titulado El Océano: un pilar esencial de la vida planetaria. Según el Banco Mundial, las capturas de pesca podrían aumentar un 13% y suponer 85.000 millones de dólares anuales adicionales si se gestionan de manera sostenible.

Esta nueva Economía Azul debería ayudar a racionalizar desde la explotación o el transporte oceánicos hasta la promoción inmobiliaria costera, la gestión de residuos o la administración de los activos, bienes y servicios que proporcionan los ecosistemas marinos. Más de un 90% del comercio internacional se transporta actualmente por mar.

Según el nuevo informe CIO de Deutsche Bank, esa racionalización debería incrementar considerablemente la eficiencia del sector, mitigar su contaminación sobre mares y costas y distribuir también con justicia las externalidades del uso de los océanos y, al mismo tiempo, los recursos y beneficios obtenidos. Más de 3.000 millones de personas en el mundo dependen del pescado y marisco como fuente primaria de proteínas.

Por supuesto, las acciones regulatorias y empresariales han de ser profundas y urgentes si se pretende corregir la muy mejorable deriva que lleva el sector:

  • Según la FAO, más de un tercio de las poblaciones de peces ya están sobreexplotadas.
  • El consumo de pescado y marisco sigue rebasando su capacidad de regeneración… y crecerá un 20% de cara al 2030.
  • La mitad de los arrecifes de coral del mundo han desaparecido a causa del cambio climático.
  • Los brotes de enfermedades en la acuicultura han costado más de 20.000 millones de dólares en los últimos diez años por la gestión insostenible de las granjas.
  • El 20% de los productos pesqueros puede estar mal etiquetado.

Parece evidente que tanto los Gobiernos como los consumidores quieren que cambie lo antes posible esta situación. Y eso explica, por ejemplo, el endurecimiento de las regulaciones europeas o la evolución de las ventas de los productos pesqueros certificados, que ha crecido, según Deutsche Bank, diez veces más que las de los convencionales.

Es difícil exagerar la importancia de los océanos para la vida humana en la Tierra. Al fin y al cabo, vivimos en un planeta azul porque el agua recubre el 70% de su superficie. Además, los océanos almacenan 50 veces más dióxido de carbono que la atmósfera, producen más de la mitad del oxígeno mundial, absorben el 93% del calor producido por los gases de efecto invernadero y regulan los patrones climáticos. Por todo ello, el avance al galope de la nueva Economía Azul Sostenible es tan importante, urgente y necesario. ¡Y ya hemos empezado, afortunadamente, a soltar las amarras!

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