10 de agosto de 2023 // Inversión & Mercados

Tres desafíos que pueden hacer que la globalización descarrile

La globalización ha iniciado un proceso de transformación en profundidad que podría llegar a cristalizar en “el gran desacoplamiento”. ¿Pero en qué consiste exactamente y cuáles son sus riesgos?

La integración comercial mundial nunca ha dejado de evolucionar, y ahora está volviendo a hacerlo gracias al efecto combinado de una crisis financiera mundial en 2008, una recuperación lánguida, una ‘guerra comercial’ entre Estados Unidos y China, un ascenso del nacionalismo económico, una tragedia pandémica que paralizó los intercambios internacionales y una inflación con pocos precedentes. El contexto ha cambiado y la globalización tenía que reflejarlo de algún modo.

Según un informe reciente de Deutsche Bank, uno de los reflejos principales de este nuevo periodo sería el replanteamiento, reducción y simplificación de las cadenas de suministro globales. Y los riesgos que representa quedan más claros cuando se analizan los tres desafíos principales que podrían extremarlo hasta provocar un “gran desacoplamiento” que pusiera en peligro la globalización.

El primero sería el de la gestión de la interdependencia sobre todo entre las grandes potencias. El caso más obvio podría ser el de China y Estados Unidos, dos economías enormes y claramente codependientes, porque se necesitan mutuamente para comprarse y venderse muchos de sus bienes y servicios, para administrar con éxito sus inversiones extranjeras directas e incluso para mantener una relación estable entre acreedor y deudor (China posee casi un billón de dólares en bonos del Tesoro americanos).

Aquí el ‘gran desacoplamiento’ de estas dos economías podría implicar no solo el drástico empobrecimiento de ambas, sino también un potencial desplome del 12% del PIB mundial según cifras de la Organización Mundial del Comercio o el deslizamiento por debajo del umbral de la pobreza de entre 30 y 50 millones de personas.

El segundo riesgo de esta reconversión de las cadenas de suministro mundiales tiene que ver, según un informe reciente de Deutsche Bank, con la devastación de una parte de la producción tecnológica mundial. Para el FMI, la severa fragmentación del comercio podría deprimir la producción mundial hasta un 7% pero, si el desacoplamiento tecnológico ocurriera simultáneamente, la cifra podría alcanzar hasta el 12%.

Recordemos, como ejemplo, que Estados Unidos domina en gran medida el mercado global del diseño avanzado de chips, pero que el poder de Taiwán en el sector también es impresionante (genera más de la mitad de los semiconductores y el 90% de los más avanzados). China, mientras tanto, extrae el 70% de los minerales de los que dependen 200 productos comerciales entre los que destacan las baterías de los vehículos eléctricos, que necesitan, igualmente, unas aleaciones magnéticas cuya producción también controla China.

Por fin, el tercer riesgo de la reconversión de las cadenas de suministro mundiales se aprecia mejor si atendemos a la producción de alimentos (y su sostenibilidad) en un momento de rápido crecimiento de la población mundial (se prevén 9.800 millones de habitantes en 2050), fuerte erosión de los recursos naturales y tensiones geopolíticas.

Se ha producido un desplome del 60% en el total de recursos hídricos renovables mundiales per cápita en los últimos 60 años y, al mismo tiempo, la ONU estima que la degradación de la tierra costará más del 10% de PIB mundial anual, amenazando el 52% de todas las tierras agrícolas.

Además del desafío de la sostenibilidad, el buen funcionamiento de la cadena de suministro alimentaria también depende de factores como la geopolítica; algo que ya ha demostrado, por ejemplo, la alteración del comercio mundial de grano por la invasión rusa de Ucrania. La región ucrano-rusa produce un tercio del grano mundial y exporta el equivalente a un 12% de las calorías alimentarias.

Como se ve en los casos de la producción alimentaria, el mercado tecnológico o la interdependencia de dos potencias económicas como China o Estados Unidos, un ‘gran desacoplamiento’ podría provocar daños devastadores para la globalización. Sin embargo, como advierte un informe reciente de Deutsche Bank, ésa no tiene por qué la consecuencia obligada del replanteamiento, reducción y simplificación de las cadenas de suministro globales, en marcha después de las graves turbulencias de los últimos 15 años. Todo depende de las decisiones que se tomen y de la habilidad con la que se gestionen los desafíos.

La información suministrada en este documento está basada en criterios objetivos e información fiable, pero no constituye oferta, ni solicitud para comprar o vender el producto financiero analizado, quedando la opinión expresada en la fecha de emisión del análisis, sujeta a cambios experimentados por los mercados. Deutsche Bank no se responsabiliza de la toma de decisiones que se fundamenten en esta información". Deutsche Bank Sociedad Anónima Española Unipersonal. All rights reserved. Deutsche Bank, S.A.E.U.-RM Madrid,T.28100, L. 0,F.1, S.8, hoja M506294, inscripción 2, -CIF . A-08000614

×