16 de febrero de 2023 // Tendencias & Actualidad

Tarjetas virtuales: un gran aliado para comprar online

Conforme compramos más online o con aplicaciones móviles en comercios físicos, los clientes piden más seguridad. Las tarjetas virtuales son una respuesta.

Según la Encuesta Nacional sobre el Uso de Efectivo del Banco de España1, el llamado ‘dinero de plástico’ está desplazando en el corazón y los bolsillos de los usuarios al efectivo como principal medio de pago. Concretamente, la mayoría de los usuarios se siente más cómodo con las tarjetas de débito que con las monedas y billetes, y esa preferencia es todavía más acusada en los establecimientos comerciales. El efectivo, según el sondeo, lleva perdiendo el favor de los usuarios de forma sostenida desde 2014.

Al mismo tiempo, las compras online están aumentando a gran velocidad en España. Más concretamente, en el primer semestre del año pasado su volumen de negocio se incrementó en casi un 30% según los últimos datos publicados por la CNMC2  y se espera que los usuarios de ecommerce en nuestro país lleguen a los 37 millones de personas en 2025.

El fuerte galope de las transacciones online y la preferencia clara por el ‘dinero de plástico’ frente al efectivo están haciendo que las operaciones con tarjetas en comercios virtuales avancen con energía y que también lo hagan las operaciones en comercios físicos donde pagamos con tarjeta pero mediante las aplicaciones de nuestros dispositivos móviles.

Desafortunadamente y como era previsible, este colosal despegue de las operaciones con tarjeta ha atraído el interés y el apetito de los ciberdelincuentes, que cada vez utilizan más3  la manipulación psicológica de los usuarios para obtener la información confidencial de sus tarjetas o de su banca digital mediante técnicas como el phishing4.

En estas circunstancias, además de recomendar a sus clientes normas de ciberprudencia como no compartir bajo ningún concepto la información digital confidencial con desconocidos, los bancos han empezado a comercializar tarjetas virtuales para prevenir los abusos.

Las tarjetas virtuales son unos medios de pago digitales que el cliente puede contratar, activar y cancelar en segundos desde su banca online. También puede configurarlos para que estén activos solo durante un periodo determinado y programarlos o ‘cargarlos’ con unos límites de gasto. Estos medios de pago quedarán asociados, mientras existan, a sus tarjetas físicas de débito o crédito, que son las que les proporcionarán sus recursos.

Quizás su funcionamiento se entienda mejor con un ejemplo. Supongamos que queremos realizar una compra puntual en un pequeño establecimiento de ecommerce, que el establecimiento nos solicita una tarjeta para que abonemos el importe y que a nosotros no nos interesa compartir los datos de nuestras tarjetas físicas, porque nos preocupa que alguien pueda robárselos en un ciberataque. Hace años, sencillamente no hubiéramos podido realizar la compra, pero ahora sí que podremos llevarla a cabo utilizando una tarjeta virtual.

Bastará con que creemos, por ejemplo, en nuestra banca online la tarjeta virtual asociándola a una de nuestras tarjetas físicas, que limitemos el importe y que le pongamos una fecha de caducidad. A partir de ahí, el banco nos ofrecerá una numeración y unos datos que sí podremos introducir en la pasarela de pago del establecimiento online. Pero serán los datos de la tarjeta virtual, no los de la tarjeta física. Y como el límite de pago que habremos impuesto será suficiente para abonar la compra, la tienda aceptará sin problema la operación.

La protección extra de la tarjeta virtual frente a los ciberdelincuentes puede resumirse en tres puntos:

  1. Si alguien se hace con los datos de la nuestra, nunca podrá extraer de ella más que el importe que le hemos puesto como límite.
  2. La tarjeta virtual podrá ‘autodestruirse’ en pocas semanas si la hemos programado para ello o también podremos suspenderla y reactivarla a discreción en caso de que sospechemos que alguien ha accedido ilegalmente a nuestros datos.
  3. Cuando paguemos con nuestros dispositivos móviles en un comercio físico, usar la tarjeta virtual nos permitirá limitar mucho los daños si nos roban o extraviamos el dispositivo.

De todos modos, aunque es cierto que los ciberdelincuentes cada vez son más sofisticados, también lo son los cortafuegos que las entidades bancarias están ofreciéndoles a sus clientes para que eviten, prevengan o, en el peor de los casos, minimicen las consecuencias de un ciberrobo o de haber compartido, sin darse cuenta, datos financieros confidenciales con un ciberdelincuente. Las tarjetas virtuales son un clarísimo ejemplo de esta protección extra que los bancos les ofrecen a sus clientes.


1 https://www.bde.es/f/webbde/INF/MenuVertical/BilletesYMonedas/Estudios_e_informes/Encuesta_Nacional_Efectivo/21-07-09_Encuesta_Nacional_del_efectivo._Resultados_2020_VD_accesible.pdf
https://www.cnmc.es/prensa/ecommerce-2T-20230105
https://apwg.org/trendsreports/
https://www.deutsche-bank.es/es/blog/tendencias-actualidad/fraudes-de-ingenieria-social-en-tarjetas-de-credito.html




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