Los mercados en 2025 y la nueva administración estadounidense
A nivel político y financiero, el 2025 ha arrancado cargado de noticias, con las medidas fiscales y arancelarias propuestas por la nueva administración estadounidense como protagonistas.
La conversación sobre estas ha provocado cierta incertidumbre y volatilidad, aunque la buena noticia es que los mercados siguen con la senda positiva de crecimiento que venían experimentando. En este arranque de la tercera temporada de Referentes de Inversión Rosa Duce, Chief Investment Officer de Deutsche Bank España, y Alejandro Vidal, Head Investment Manager, analizan cómo enfocar la inversión para perseguir la diversificación y lograr activos de alta calidad, tanto en renta fija como variable.
Referentes de inversión: los mercados en el primer trimestre de 2025
A pesar de esa volatilidad que generan las medidas propuestas, el hecho de que estas se maticen o incluso desaparezcan con el tiempo, está dando lugar a que los mercados arranquen el año de forma positiva. Es más, desde que se supo el resultado de las elecciones americanas el mercado ha interpretado que, a través de estas nuevas propuestas, la economía americana va a crecer aún más.
Esa confianza en que las empresas americanas van a generar más beneficios, está revirtiendo en un mejor comportamiento del mercado. Eso sí, es necesario considerar que el hecho de relacionar el mayor crecimiento con un mayor movimiento del dinero puede traer consigo un aumento de la inflación.
Entonces, ¿podría desestabilizarse el escenario económico?
Casi con total seguridad, este contexto de datos económicos estadounidenses crecientes y buenos resultados empresariales aporta firmeza frente a la incertidumbre. La volatilidad se contiene sin gran esfuerzo, con días de caídas no muy fuertes que el mercado logra estabilizar. Lo que podemos hacer para compensar los movimientos de los mercados es crear una estrategia que nos asegure una cartera de inversiones bien hecha, con una diversificación correcta, un perfil de riesgo equilibrado y bien enfocado. Al menos a corto plazo, podemos confirmar la estabilidad en el entorno económico.
La estrategia para reducir el déficit de EEUU
La política proteccionista de Estados Unidos busca reducir el déficit por 2 vías: o bien los países lo pagan directamente, lo que constituye un arancel o se les exige llevar parte de su producción a Estados Unidos, lo que genera inflación a medio y largo plazo.
Si atendemos al anterior mandato republicano, no existieron aranceles generalizados sino que se impusieron a ciertos productos, aquellos que hacían una mayor competencia al país. Y esto es lo que se espera que vuelva a ocurrir. En el caso de España, la exposición directa a Estados Unidos es muy baja, con exportaciones que representan un 4% del total. Eso sí, por vía indirecta (ventas al resto de Europa) sí que podríamos vernos más afectados.
El comportamiento de los bancos centrales respecto a los tipos de interés
En la renta variable, muy sensible al devenir de los acontecimientos, hemos visto movimientos notables, coincidiendo con el anuncio de los aranceles a Canadá y México, medidas que implican riesgo de recesión y bajadas del PIB de ambas economías, que trastocan sus tipos de interés y divisas. Observando los tipos de interés, en EE.UU. se esperan menos bajadas de las previstas en el último trimestre de 2024 mientras que en Europa el supuesto es el contrario.
La Fed, con una economía en crecimiento, mantiene una política monetaria restrictiva, en la que hay margen para bajar los tipos de interés. Aunque lo más probable es que esto no llegue hasta saber qué ocurre con las relaciones comerciales.
En cuanto a Europa, con independencia de lo que ocurra con los aranceles y por la debilidad de sus cifras económicas, la idea es seguir bajando los tipos. Por tanto, la duda no está en sí los tipos de interés van a bajar sino en si van a hacerlo más de lo que inicialmente se esperaba, algo que vendrá dado por el entorno económico mundial o el resultado de las elecciones alemanas. Sea como sea, se prevé bajar al menos hasta el 2% o incluso al 1,75-1,5% si la economía europea no remonta.
Más allá de la constante aparición de los aranceles en los titulares, quién realmente va a dominar el mercado este año vuelven a ser los bancos centrales, actores que ya desde la gran crisis financiera se han convertido en grandes protagonistas.
El estado de la inflación: europea vs. americana
A nivel general, la inflación europea se encuentra controlada aunque todavía no llega al 2% esperado. En Estados Unidos, por las restricciones laborales y los aranceles sí que existe un riesgo inflacionario algo superior, que prevé situarse ligeramente por debajo del 3% Además, la política de inmigración, que expulsa del mercado a trabajadores con salarios bajos hace que esos puestos de trabajo se cubran con trabajadores estadounidenses. Y esto fomenta una presión salarial mayor, en la que el efecto inflacionista aumenta.
Lo verdaderamente relevante es la inflación subyacente, que en Europa se está comportando razonablemente bien. Con un crecimiento europeo tan bajo como el actual, es complicado generar presión inflacionista. La existente viene dada por el consumo y por los bajos niveles de desempleo, que generan cierta presión salarial.
Los bancos centrales seguirán marcando la senda inversora
Los bancos centrales se sitúan como la variable a observar a la hora de invertir. A la hora de hacer una estrategia inversora en 2025, debemos considerar que la volatilidad vendrá marcada en su mayoría por la política. Y estos efectos son mucho más sencillos de controlar que las crisis geopolíticas, mucho más estables en la actualidad.
Y aunque es difícil corroborar la estabilidad geopolítica, en materia de energía (otro factor que puede tambalear los mercados), la nueva organización Trump está fomentando un control de la oferta, llevando a los países de la OPEP a estabilizar o incluso reducir precios, algo que impacta positivamente en el crecimiento mundial y en la inflación. Otro aspecto que potencia la estabilidad económica es la respuesta comedida de China ante una supuesta guerra comercial con Estados Unidos.