18/01/2024

Asia, motor de crecimiento mundial en los próximos años

Empezamos un año 2024 en el que veremos previsiblemente una desaceleración progresiva de la actividad en los países desarrollados, en especial en EEUU y la Eurozona (aunque no una recesión), pero en el que sin embargo, esperamos un buen comportamiento del crecimiento de la mayoría de los países asiáticos. Bajadas de tipos por parte de la Fed, fuerte inversión a nivel mundial en infraestructuras (tanto físicas como verdes) supone para estos países una muy buena noticia, siendo India el país que quizás brillará más en este año (como ya lo hizo en 2023) con un extraordinario crecimiento, superior al 6%.

Y si India es un país clave, mucho más lo es China. En contra de lo que cabía esperar, la retirada de las restricciones por Covid en enero de 2023 no se tradujo en una explosión de la demanda doméstica, tanto de bienes como de servicios, sino más bien al contrario, en gran parte como consecuencia de los graves problemas del sector inmobiliario. Tampoco ayuda la situación deflacionista (IPC general: -0,3% anual en diciembre) a la que estamos asistiendo, que hacen temer una réplica de lo vivido en Japón desde la década de los años 90 (situación que en el caso de este último país, parece haberse revertido en el último año).

Para evitar este riesgo, y fomentar el crecimiento, durante todo el año pasado vimos por parte del gobierno chino fuertes medidas de estímulo, tanto en el plano monetario (donde a diferencia de las políticas de la Fed o el BCE hemos visto continuas rebajas de los tipos de interés), como en el plano fiscal. Todo ello con el fin de estimular la confianza de las familias y las empresas y fomentar el consumo doméstico. En un mundo en el que las señales de desaceleración son evidentes, y por tanto, la demanda exterior no sirve de apoyo, conseguir recuperar la demanda doméstica es clave para crecer. Y así lo ha entendido el gobierno chino.

Afortunadamente, las cifras de PIB del 4º trimestre de 2023 publicadas esta semana parecen confirmar que la situación económica empieza a remontar, aunque de forma muy lenta. Con un crecimiento del 5,2% anual (una décima por debajo del trimestre anterior), y buenas cifras de ventas minoristas y producción industrial, hay cierto margen para el optimismo. De hecho, las previsiones de nuestros analistas sitúan el crecimiento de China para este año 2024 en el 4,7%, lo que supone cumplir e incluso superar ligeramente el objetivo de crecimiento del gobierno (4,5%).

A más largo plazo, China sigue pensando a lo grande, y convertirse en la principal potencia económica mundial (o al menos, la segunda). Con este fin, el país está inmerso en una transformación estratégica, pasando del sector inmobiliario a la fabricación de alta tecnología. Para poner en antecedentes el actual informe sobre el PIB, la producción de células solares, vehículos de nueva energía y dispositivos generadores de energía creció en 2023 un 54%, un 30% y un 29% respectivamente, Las inversiones en industrias de alta tecnología crecieron un 10,3% interanual en 2023.

El Gobierno anunció recientemente su plan para una "silver economy" con el objetivo de atender a una población de edad avanzada. El cambio demográfico hacia una población envejecida en China ofrecerá probablemente una oportunidad para empresas como residencias de ancianos, fabricación de productos de alta tecnología para el cuidado de ancianos, asistencia sanitaria, etc. Aunque no se dispone de detalles ni plazos, el Gobierno pretende crear unos 10 parques industriales centrados en este objetivo.

Mientras tanto, aunque las medidas fiscales apuntan en la dirección correcta para apoyar el crecimiento a largo plazo, esperamos más medidas de política monetaria para impulsar la confianza de los consumidores a corto plazo. Esperamos que el consumo de los hogares y la inversión en manufacturas e infraestructuras sean los principales motores del crecimiento de la economía china en 2024.

Desde el punto de vista de la inversión, China es sin duda una oportunidad a medio plazo, por lo que seguimos teniendo una visión estratégicamente positiva para la bolsa china. El índice MSCI China cotiza actualmente a un PER a 1 año de 8,6 veces, un 25% por debajo de su media de 5 años, con unas expectativas de crecimiento de los beneficios del 20% para 2024. Creemos que lo peor ya está descontado y que los sectores estratégicos podrían ofrecer valor a los inversores. Aunque sin duda habrá que sufrir de volatilidad a corto plazo.

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